miércoles, 23 de junio de 2010

PARAGUAY: OTRA COLOMBIA


PARAMILITARES O GUERRILLEROS?:

Son 25 hombres y mujeres a los que persiguen 3.300 militares y policías. Los primeros, en fuga certera por los montes intricados del norte de Paraguay. Los segundos, en una carrera denodada contra el calendario para apresar al menos a algunos de "los más buscados".

El Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) tiene en vilo a un país entero.

La organización ha sido señalada como un peligroso grupo criminal responsable de secuestros y atentados. Pero también ha sido sindicada como una guerrilla izquierdista dispuesta a "disparar y matar" para revertir las injusticias socioeconómicas en un país donde el 50% de la población vive por debajo de la línea de pobreza.

La presunta amenaza guerrillera justificó así la promulgación, el pasado 25 de abril, de un "estado de excepción", que por 30 días otorga atribuciones extraordinarias a las fuerzas de seguridad para detener sospechosos sin mayores trámites.

A la declaración, le siguió el mayor despliegue militar que ha visto Paraguay desde el retorno a la democracia, en 1989: el presidente Fernando Lugo sacó a la calle a más de 3.300 efectivos, arma en mano y ropa de fajina, que se convirtieron en presencia cotidiana en cinco departamentos norteños.

Pero, hasta ahora, el operativo Py’aguapy –tranquilidad, en guaraní- ha dado magros resultados. La detención de un supuesto integrante de la "red logística" del EPP. El cerco sobre un hombre señalado como líder que, herido y descalzo, se las ingenió para burlar a las fuerzas de élite y escabullirse en el monte. Y no mucho más.

David versus Goliat

"Son un grupo altamente entrenado". "Resisten todo, no temen nada". "Cuentan con el apoyo de ciudadanos que no denuncian, por adhesión o por temor".

Los argumentos ensayados por las autoridades paraguayas tratan de responder a un cuestionamiento omnipresente: ¿cómo es posible que fracase estrepitosamente la lucha de tantos contra unos pocos?

"Emplearemos el tiempo necesario para garantizar el éxito, pero (el operativo) va muy bien", insiste ante BBC Mundo el teniente coronel Damacio López, encargado de la misión militar en Concepción.

Aquí funciona el centro de operaciones, después de que presuntos militantes del EPP participaran de un secuestro fallido en una hacienda ganadera cercana y, en la maniobra, mataran a cuatro personas, el pasado abril.

"Con el estado de excepción hemos encontrado a muchos que tenían orden de detención", señala el subteniente Hugo Fleitas, que alterna la requisa de vehículos y pasajeros en un retén sobre la ruta con merecidas pausas de tereré (mate helado), para combatir el calor.

De ellos, ninguno era del EPP. Salvo algún rastrillaje policial, las maniobras se han limitado a controlar los accesos a las ciudades y el tránsito por senderos rurales.

"Dar presencia… Con los medios que tenemos, mucho más no podemos", dice un comandante que pide reserva de su nombre, a cargo del retén de Arroyito, a 80 kilómetros de Concepción y a casi 500 de la capital, Asunción.

Fantasma del monte

Zona despoblada y de montes tupidos

El ejército nacional aún no se aventura a entrar en la zona donde se cree están los rebeldes.

Es precisamente eso lo que genera suspicacia: que las milicias estén apostadas en calles y rutas a la vista de todos.

"Concluido el trabajo de Inteligencia se decidirá sobre la necesidad de incursionar en monte. No podemos hacerlo sin garantizar resultados ni podemos empeñar personal así porque sí", explica el teniente López.

El norte paraguayo es una sucesión de grandes estancias de tierra abierta y parches de monte impenetrable. Monte de vegetación tupida, polvareda roja, sol rabioso, hormigueros descomunales. Allí, según las autoridades, está prófuga la "cúpula" del EPP.

Otros, en cambio, creen que este Ejército es más bien un fantasma: el Yasy-Yateré, un gnomo de la mitología guaraní que merodea a la hora de la siesta y, con un silbido, rapta niños díscolos para llevárselos al bosque.

"Yasy-Yateré, se oye pero no se ve", reza el dicho, y se convierte en analogía para explicar el paradero del elusivo EPP.

Miedo ganadero

Fantasma o amenaza, pocos creen que vayan a cercarlos sin al menos incursionar a machete entre árboles y pajonales.

Entre ellos, los productores ganaderos, que se consideran los principales damnificados del grupo criminal. Entre la decena de acciones que le adjudican, se cuentan dos secuestros de estancieros de la zona, Luis Lindston y Fidel Zavala.

“Un 70% de los productores ya tiene miedo de asistir a sus establecimientos. El hábitat del EPP es el monte y, si no ingresan, no sé qué pueden lograr”, reclama ante BBC Mundo el presidente regional de la Asociación Rural, José Galeano.

Desde la gobernación, sin embargo, defienden la estrategia oficial de actuar con cautela.

"Tenemos voluntad política para que se los persiga y ojalá logremos una desintegración rápida", responde el gobernador Emilio Pavón.

Sensaciones encontradas

La presencia militar trae a la vez temor y calma a Concepción.

En esta ciudad, donde las motos de baja cilindrada parecen superar en número a los 80.000 habitantes, los patrullajes callejeros han logrado reducir el crimen.

No es que los concepcioneros tengan miedo del EPP: más bien, los uniformes disuaden a los perpetradores de delitos comunes, como los robos, el abigeato o las actividades intimidatorias del narco, que trafica la marihuana cultivada en la cercana frontera con Brasil.

"Yo ahora trabajo más tranquilo. Se pasea la gente más, por eso no encuentro malo que estén guardiando", le dice a BBC Mundo Eusebio Martínez, vendedor en el Mercado Municipal.

En las zonas rurales aledañas, la realidad es otra: desde que declararon el estado de excepción, los campesinos apenas quieren salir de sus casas de madera y piso de tierra.

"Los militares piden documentos y acá hay muchos que nunca tuvieron", dice Nilda Mendoza, esposa de un labriego militante y madre de 10 niños.

A la comandancia fugitiva del EPP algunos afirman que no la conocen, otros que no la han visto desde que el grupo saltó a la primera plana de los medios nacionales. En cambio, varios han tenido contacto con los que han sido señalados como sospechosos de proveer "apoyo logístico".

Que Sindulfo Agüero, detenido por el secuestro de Zavala, era vecino. Que los Villalba -Carmen, portavoz del grupo desde la cárcel, y su hermano Osvaldo, el "comandante"- participaban en la Pastoral Social de la iglesia. Que Alejandro Ramos, acusado de darles albergue, era miembro de la Organización Campesina del Norte hasta que los dirigentes descubrieron en qué estaba metido.

Aquí, pueblo chico, todos se conocen. Lo que torna problemático el alcance del término "apoyo logístico" que manejan las autoridades y hace que los campesinos vean el estado de excepción como un "excusa" para criminalizar su lucha por tierras y mejoras socioeconómicas.

¿Factor político?




No importa quién los haga, todos los comentarios sobre el EPP remiten al complejo entramado político de Paraguay. Un país donde, desde 2008, el presidente Lugo acabó con 61 años de hegemonía del conservador Partido Colorado, pero convive con un Congreso de mayoría opositora.

En este marco, analistas consultados por BBC Mundo señalan que el EPP le resulta "funcional a la derecha" dueña del poder económico y la mayoría parlamentaria, que podría sacar ventaja de un operativo fallido presentándolo como un signo de debilidad de la gestión presidencial.

Otros, en cambio, señalan que al mismo Lugo le falta voluntad política para la persecución, por simpatía con la ideología revolucionaria que se asigna al EPP. Algo que el gobierno niega de plano.

Así corren los días y se acorta el plazo para dar con "los más buscados". ¿Qué ocurrirá si fracasan?

Algunos anticipan la posibilidad de un juicio político contra el presidente, que la oposición intenta promover desde hace tiempo.

Otros, más escépticos, dan una respuesta que revela una idiosincrasia: "Opareí", un vocablo en guaraní para decir que algo se esfuma… y queda en la nada

Fuente:BBC (23/06/2010)


BENEFICIOS DEL PROYECTO GENOMA HUMANO

La década del genoma humano

Cromosomas humanos

El genoma humano incluye las instrucciones de unos 20.000 genes.

Hace diez años, el 26 de junio de 2000, Bill Clinton, entonces presidente de Estados Unidos, presentó en la Casa Blanca el primer borrador del "libro genético de la vida humana": el genoma humano.

El llamado Proyecto del Genoma Humano era el resultado de 10 años de trabajo de unos 3.000 científicos de 20 institutos de seis países del mundo.

Clinton predijo entonces "una revolución en el diagnóstico, prevención y tratamiento de la mayoría, si no es que de todas, las enfermedades humanas".

Hoy, diez años después, ¿se alcanzó esta "revolución"?

Los expertos creen que la secuenciación del genoma ha significado avances muy importantes en el conocimiento de lo que somos -y cómo somos- los humanos.

Y aunque todavía no se ha logrado predecir, diagnosticar y tratar muchas enfermedades, la medicina se ha transformado como nunca en esta era genómica.

"Muchas de las aplicaciones clínicas del genoma aún quedan lejos, pero creo que las palabras de Clinton fueron acertadas" dijo a BBC Mundo el doctor Salvador Macip, experto en genética molecular y profesor del Departamento de Bioquímica de la Universidad de Leicester, en Inglaterra.

"Estamos aún en los primeros pasos de esta revolución, pero las posibilidades son enormes. La aplicación a la medicina moderna de los conocimientos genéticos que estamos acumulando cambiará radicalmente la forma como afrontamos la mayoría de las enfermedades", agrega.

Banco de genes

En el futuro cada individuo podrá contar con su propio código genético.

Instrucciones de vida

El objetivo principal que estableció el proyecto de US$3.000 millones fue secuenciar (o identificar) todos los tres mil millones de unidades químicas contenidas en el ADN, el "manual de instrucciones" que utilizan las células para vivir, contenido en unos 20.000 genes.

Este conocimiento ha conducido al descubrimiento de cientos de genes implicados en el riesgo que tenemos de sufrir trastornos comunes, como enfermedad coronaria, diabetes y esquizofrenia.

En la última década ha habido numerosos hallazgos sobre las mutaciones (o defectos) en los genes humanos que provocan estos males.

Pero estos hallazgos sólo han logrado explicar una parte del riesgo que tenemos de desarrollar la enfermedad.

Es claro, afirman los expertos, que el genoma humano es mucho más complicado de lo que se pensó.

"Es indudable que ha habido avances y que se ha podido establecer marcadores de susceptibilidad a algunas enfermedades pero estamos aún lejos de cumplir con todas las expectativas que se generaron", dijo a BBC Mundo el doctor Arturo Ortega Soto, jefe del Departamento de Genética y Biología Molecular del Instituto de Investigación y de Estudios Avanzados (INVESTAV) del Instituo Politécnico Nacional de México.

Y esto -agrega- tiene una razón clara.

"Con la secuencación del genoma tenemos el mapa de 'los ladrillos' con los que estamos construidos, lo que nos hace iguales. Pero donde tenemos el problema es en las instrucciones de lo que nos hace diferentes, que se seleccionan de acuerdo a razas, poblaciones, medio ambiente, etc."

Ahora, sin embargo, se cuentan con las herramientas para conocer el genoma en detalle.

Se necesitaron cerca de 3.000 científicos, más de 10 años de trabajo y millones de dólares para descifrar el primer genoma humano.

Hoy, se puede hacer ese mismo trabajo en un solo laboratorio en tres semanas y con menos de US$10.000.

Más rápido, más barato

Tal como señala el doctor Macip, "conocer la secuencia del genoma humano nos permite ir mucho más deprisa y plantearnos experimentos que antes eran casi impensables".

"Es como pasar de ir en un Fiat 600 a conducir un Ferrari. El impacto de este conocimiento se nota en todos los campos de la investigación biomédica y, por tanto, acabará repercutiendo en los enfermos".

Secuencia de ADN

Hoy se puede secuenciar un genoma en tres semanas por US$10.000.

Uno de los grandes beneficios del genoma humano han sido los marcadores de susceptibilidad que tiene un individuo a enfermedades como diabetes o enfermedad coronaria.

Y se espera que en unos años, una parte esencial de la atención a la salud sea que el médico sea capaz de leer el código genético de su paciente y predecir qué enfermedades desarrollará en el futuro y cuáles serán los tratamientos más adecuados para su formación genética.

"Hoy estamos en el inicio de lo que se conoce como la medicina genómica -dice el doctor Ortega Soto- y con la tecnología que tenemos ahora esto va a avanzar mucho más rápido de lo que podemos imaginar".

Todavía faltan muchos más genes y más mutaciones por descubrir antes de que podamos lograr esa lectura individualizada de nuestro código genético, pero las expectativas que planteó Bill Clinton no fueron tan equivocadas.

"Quizá las aplicaciones directas no sean evidentes, pero entender cómo funcionan nuestros genes es imprescindible para diseñar nuevas generaciones de fármacos más potentes" afirma Salvador Macip.

"Los últimos avances en tratamiento del cáncer, por ejemplo, ya se han conseguido usando los datos del Proyecto Genoma Humano"

La velocidad con la cual un genoma puede ser secuenciado se reduce a la mitad cada año, y también el costo.

Y aunque las máquinas de secuenciación sólo son accesibles para unos cuantos laboratorios de los países más ricos, se espera que los beneficios del genoma también lleguen pronto a los menos desarrollados.

"En América Latina, en los países más avanzados, Brasil, Argentina, Chile y México, quizás podríamos hablar de una medicina individualizada en unos 20 años", dice Arturo Ortega Soto.

"Pero esperamos que a medida que avance el poder de secuenciación y se abaraten los costos, evidentemente la investigación tendrá que voltear hacia los padecimientos de los más pobres".


fuente: BBC Mundo (23/06/2010)