martes, 20 de julio de 2010

REALISMO MÁGICO MACABRO EN COLOMBIA

Casa principal de la finca ‘Argentina’, hasta donde llegó el grupo de homicidas.

El Realismo mágico es un género literario que muestra la realidad narrativa con elementos fantásticos y fabulosos, floreció con esplendor en la literatura latinoamericana de 1960 y 1970.

Carpentier, cultivó el realismo mágico en novelas como “Los pasos perdidos”, otros autores de este género son Miguel Ángel Asturias, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y sobre todo, Gabriel García Márquez, con sus novelas “Cien años de soledad”, “El otoño del patriarca” y “Crónica de una muerte anunciada”.

A mi modesto entender, quien ocupa el sitial preponderante en este estilo literario con sus obras “El llano en llamas” y “Pedro Páramo”, es el mexicano Juan Rulfo nacido en 1918 , en Jalisco, ciudad que fue escenario de la guerra cristera (1926-1929), lo que quizás influyo mucho en su vida y en su obra.

Sabemos que don Gabriel García Márquez nació en Colombia 1928 en lugar cuyo nombre desde ya, huele a fantasía “Aracataca” que se asemeja al nombre onomatopéyico que le dan los pobladores de la selva peruana a las canoas de motor “taca taca”,o "peque-peque", con las cuales remontan las corrientes bravas de los ríos.

Tal parece que un hombre provisto de fina sensibilidad y provisto de talento literario no puede sino sumergirse en este mundo mágico que a veces nos parece ya, irreal.

Colombia es un escenario trágico, donde la realidad se anastomosa a la fantasía de tal manera que esa “Crónica de una muerte anunciada”, es la historia de un asesinato sin final en esta cálida tierra latinoamericana, tomada por asalto por tropas invasoras en siglo XVI y que hasta ahora la mantienen cautiva.

Cautiverio que parece irreal, fantástico o fantasioso, pero ahí están las bases militares norteamericanas golpeándonos como un bate de beisbol, para regresarnos a esta dolorosa realidad.

Este ligero comentario viene a propósito de una luctuosa noticia aparecida en El Heraldo, que a muchos ya no nos llama la atención pues ya estamos “acostumbrándonos” a ellas, en este escenario tragicómico (el lugar donde esta la funeraria se llama “Planeta Rica”) en que se ha convertido nuestra América morena, donde parece que las guerras convencionales con regimientos de soldados en los frentes de batalla han trocado en matanzas crueles y cotidianas ejecutadas por soldados anónimos y cobardes protegidos por las sombras de la traición y la noche y por la complicidad de quienes deben proteger a sus ciudadanos.

Aquí la noticia.


Asesinan a seis en Buenavista, Córdoba

BUENAVISTA.

En un acto de barbarie, como en la peor época del paramilitarismo, seis personas fueron degolladas por quince sujetos que llegaron encapuchados a la finca Argentina, ubicada en la vereda Colonia 72.

Lista en mano, sacaron a sus víctimas y procedieron a degollarlas con machete.
El demencial acto fue cometido en la noche del domingo cuando los miembros de la familia Hernández se disponían a descansar.

Hacia las 7 de la noche irrumpieron los sujetos que, después de identificarse como miembros de la banda Los Paisas, ejecutaron su macabro plan.
Cinco de las víctimas campesinas fueron identificadas como Rafael Hernández Suárez, de 65 años; Jairo Miguel Martínez, de 46; Raúl Hernández Torres, de 36; Néver Acevedo Hernández, de 24, y Andrés Felipe Lozano, de 14 años.

El comandante de la Policía en Córdoba, coronel Pedro Ángello Franco, dijo que tres horas antes del múltiple crimen fue capturado un sujeto que, presuntamente, les entregaba datos a algunas personas para que cometieran la masacre. Sólo hasta al mediodía de ayer, la Policía y miembros del CTI pudieron ingresar al sitio, distante 30 minutos del casco urbano de Buenavista.

En la trocha que comunica con Colonia 72 transitaban pobladores con equipaje en mano huyendo a la sombra de la muerte.
Familiares de las víctimas llegaron hasta la funeraria de Planeta Rica donde recibirían los restos mortales de sus seres queridos, pero ninguna explicación de lo sucedido.

Nevardo Hernández relató a EL HERALDO que no entendía lo que le hicieron con su hermano Rafael. “Él no se metía con nadie, era un campesino que vivía de los cultivos y cuidar ganado, nunca me dijo que alguien lo mirara feo”, dijo. “Los mataron como animales”, agregó.


Recientemente, en predios rurales de Córdoba han sido hallados cuerpos desmembrados en fosas comunes. Los asesinatos son atribuidos a bandas delictivas como Los Paisas, Los Rastrojos, Las Águilas Negras y Los Urabeños.

Así lo confirmó la semana pasada la captura de alias Caliche, un sicario que en una conversación telefónica le confiesa a su mamá lo raro que sentía por la forma en que había picado a sus víctimas.


Fuente:El Heraldo (20/07/20109