jueves, 17 de febrero de 2011

Cura contra la calvicie descubierta por casualidad

Un grupo de científicos de la Universidad de California que estudiaba la relación cerebrointestinal parece haber descubierto por casualidad cómo recobrar el cabello perdido.

Se ha sabido por largo tiempo que el estrés juega un importante papel en el encanecimiento del cabello y en la pérdida del mismo.

A lo largo de trabajosos años, los tratamientos más efectivos sólo han conseguido una efectividad limitada.

Sin embargo, un grupo de científicos de la Universidad de California, Los Angeles, que estudiaba un asunto totalmente diferente, dio por casualidad con lo que podría ser una cura para la calvicie.

Hallazgo afortunado

Los científicos trabajan con ratones genéticamente modificados capaces de una sobreproducción de la hormona del estrés llamada factor de liberación de corticotrofina, o CRF, por su sigla en inglés.

Estos ratones perdían el pelo en la medida en que se iban convirtiendo en modelos de estrés crónico.

Por otra parte, investigadores del Salk Institute, de la Universidad de La Jolla, California, habían desarrollado un compuesto químico que tenía la habilidad de bloquear la acción estresante del CRF, un péptido llamado astressin-B

Los investigadores les inyectaron, entonces, varias veces el astressin-B a los ratones para ver de qué manera se manifestaban los efectos inhibitorios del estrés en el tracto gastrointestinal.

Cinco días después devolvían los ratones calvos a las jaulas, junto a sus colegas de tupida pelambrera.

La sorpresa sobrevino tres meses después, cuando los científicos volvieron en busca de los ratones para más experimentos y se encontraron con que todos los sujetos presentaban una piel peluda.

Los ratones calvos habían recobrado su pelo.

¿Puede volver el pelo?

El resumen de lo ocurrido quedó a cargo del profesor Milllion Mulugeta, quien dirigió el equipo de la escuela de Medicina David Geffen, de UCLA:

Nuestras conclusiones demuestran que un tratamiento de corta duración con este compuesto produce un asombrosa recuperación del pelo en ratones mutantes estresados".

El CFR, la hormona del estrés, hace que los folículos pilosos caigan en un estado de permanente reposo, en vez de que entren en un proceso de crecimiento y reposo alternados.

Uno de los participantes en el proyecto maneja una clínica privada y recibió licencia para desarrollar el compuesto astressin-B.

Sin embargo, el profesor Desmond Tobin, director del Centro para los Estudios de la Epidermis de la Universidad de Bradford, advirtió contra un excesivo optimismo, ya que los ensayos con ratones no se traducen en efectividad respecto a tratamientos para seres humanos

"Puede entregarnos un enfoque de lo que ocurre en formas raras de pérdida del cabello y aquellas ocasionadas por el estrés", dijo.

Fuente: BBC

Comunidad de enanos en Ecuador: Clave contra el cáncer

Una remota comunidad en la provincia ecuatoriana de Loja, afectada por enanismo y que nunca ha mostrado casos de cáncer o diabetes, podría tener la clave para combatir estas enfermedades mortales, afirma una investigación.

El estudio, publicado en Science Translational Medicine (Science, Medicina Traslacional), fue llevado a cabo por un equipo de científicos de Estados Unidos y Ecuador durante más de 20 años.

Los investigadores siguieron a los pobladores de una comunidad ubicada en las faldas de los Andes formada por individuos de estatura inusualmente baja.

Muchos de los individuos estudiados padecían un raro trastorno, llamado síndrome de Laron, una deficiencia genética que evita que el organismo utilice adecuadamente la hormona del crecimiento.

Los científicos creen que esta mutación genética podría ser la clave para prevenir dos de los mayores asesinos de la humanidad: el cáncer y la diabetes.

Tal como señalan los investigadores, el estudio plantea la posibilidad de desarrollar un medicamento que ofrezca una protección similar en adultos de estatura normal.

Mutación genética

La investigación comenzó cuando el doctor Jaime Guevara Aguirre, especialista en diabetes del Instituto de Endocrinología, Metabolismo y Reproducción en Quito, Ecuador, descubrió en 1987 a la comunidad en la provincia de Loja en el sur del país.

El médico decidió entonces estudiar las razones por las cuales los niños del poblado mostraban atrofia en el crecimiento.

Al llevar a cabo un reconocimiento general el médico observó un patrón en la comunidad: entre los pobladores con enanismo no había casos de cáncer mientras que la enfermedad era prevalente entre sus parientes de estatura normal.

A medida que pasó el tiempo el investigador también se dio cuenta que los adultos con síndrome de Leron no morían a causa de las enfermedades crónicas usuales, como las cardiovasculares.

El doctor Guevara compartió sus hallazgos con el doctor Valter Longo, especialista en envejecimiento de la Universidad del Sur de California y ambos decidieron explorar las mutaciones genéticas de los pobladores ecuatorianos.

Los científicos estudiaron a unos 100 individuos con síndrome de Leron y a unos 1.600 parientes de estatura normal que vivían en los mismos pueblos.

Durante los 22 años que duró el seguimiento, los científicos no documentaron casos de diabetes entre los ecuatorianos con síndrome de Leron y sólo observaron un caso de cáncer no letal.

Sin embargo, entre los individuos de estatura normal un 5% fue diagnosticado con diabetes y 17% con cáncer.

Como se asumió que tanto los factores de riesgo ambientes como otros factores genéticos eran los mismos entre ambos grupos, los investigadores concluyeron que la responsable -al menos entre los adultos que ya habían pasado su período de crecimiento- era la actividad de la hormona de crecimiento.

El síndrome de Leron se caracteriza por una resistencia del organismo a la hormona de crecimiento -encargada de estimular el crecimiento y la reproducción celular- lo cual resulta en un tipo de enanismo.

"Las personas con deficiencia en el receptor de la hormona de crecimiento no desarrollan dos de las principales enfermedades de la vejez" afirma el doctor Longo.

"También tienen una incidencia muy baja de derrames cerebrales, aunque todavía no podemos determinar qué tan significante es el número de estas muertes", agrega.

Protección doble

Para descubrir cómo la deficiencia en la hormona de crecimiento protege al humano de cáncer y diabetes, los científicos llevaron a cabo análisis en el laboratorio con muestras de sangre de los ecuatorianos.

Descubrieron que el síndrome de Laron tiene un doble efecto protector: protege al ADN de los daños oxidativos y promueve el suicidio de las células muy dañadas.

Asimismo, observaron que los sujetos con Laron tenían niveles muy bajos de insulina y una baja resistencia a la insulina, lo cual explicaría la ausencia de diabetes.

Actualmente ya existen medicamentos aprobados en Estados Unidos para bloquear la hormona de crecimiento en humanos, pero se utilizan únicamente como tratamiento de la acromegalia, una enfermedad vinculada al gigantismo.

Sin embargo, los científicos subrayan que este tipo de fármaco sólo sería apropiado como tratamiento preventivo de cáncer hasta que se inicia la vejez, cuando comienza a disminuir la actividad de la hormona de crecimiento.

Para comprobar si el bloqueo de la hormona de crecimiento protege realmente a las células humanas de los daños químicos, el doctor Longo y su equipo planean ahora llevar a cabo ensayos clínicos en personas que están siendo sometidas a quimioterapia.

Si se logra desarrollar un fármaco con efectos protectores similares, dice el investigador, algún día podríamos vivir nuestra vida sin desarrollar ninguna de las grandes enfermedades.

Fuente: BBC