La voracidad del capitalismo no tiene límites como penosamente se demuestra con la muerte de 19 personas en un festival que congrega a millón y medio de personas en una localidad que no pasa de 500 mil habitantes y que por lo tanto no posee las instalaciones necesarias para albergar, aunque de manera itinerante a un volumen humano de tal magnitud. ¿Que esta pasando con la tradicional Alemania, escrupulosa en el respeto de normas y ordenanzas?.
Aquí extraemos partes de la noticia aparecida hoy día.
El pánico comenzó el sábado en el túnel de acceso al recinto del festival, que había congregado a cientos de miles de personas. Por la tarde, la policía prohibió la entrada de nuevos visitantes a la antigua estación de mercancías donde se celebraba. Cientos de personas, enfadadas por quedarse fuera, trataron de colarse saltando vallas o buscando entradas laterales. El túnel de la tragedia se convirtió en un embudo por el que muchos creían poder entrar a la fiesta y otros trataban de alejarse del recinto siguiendo las instrucciones de la policía.
Según varios testigos, el subterráneo estuvo abarrotado durante más de una hora. La falta de aire y el sofoco provocaron decenas de desmayos. Hacia las cinco de la tarde, se desató el pánico. El director del gabinete de crisis de Duisburgo, Wolfgang Rabe, aseguró en la televisión pública ARD que el pánico se originó cerca de una entrada del paso.
Según esta versión, varias personas cayeron al vacío cuando intentaban colarse en la fiesta escalando las vallas. La policía decía que estos jóvenes se cayeron de una escalera de emergencia con la que trataban de colarse. Su caída desde ocho o 10 metros de altura habría provocado el pánico y la estampida de los que se hacinaban en el túnel. La televisión pública WDR recogía también declaraciones de testigos que acusaban a la policía de negligencia.
Las dos españolas fallecidas por la avalancha humana en la ciudad alemana de Duisburgo durante la celebración de la Loveparade son dos estudiantes del programa Erasmus en la Universidad de Münster (Renania del Norte-Westfalia), según ha podido saber EL PAÍS. Se trata de Clara Zapater, estudiante de Psicología; y Marta Acosta, que cursaba estudios de Filología Inglesa. Tenían 22 y 21 años respectivamente y se encontraban en Duisburgo celebrando el fin de curso con una treintena de compañeros erasmus. Tenían previsto regresar a España la semana que viene.
Clara Zapater (Tarragona, 30 de abril de 1988) estudiaba en la Universidad Autónoma de Barcelona y Marta Acosta (Cambrils, Tarragona, 26 de agosto de 1988), en la Universidad Rovira i Virgili.
Entre los extranjeros fallecidos hay también un holandés, un australiano, un italiano y un chino, ha informado el jefe de la policía de Duisburgo, Detlef von Schmilling. Otros cuatro estudiantes españoles resultaron heridos pero ya han sido dados de alta, según han confirmado fuentes diplomáticas a la cadena SER. En total, 18 de los 19 fallecidos han sido identificados.
Aquí extraemos partes de la noticia aparecida hoy día.
El pánico comenzó el sábado en el túnel de acceso al recinto del festival, que había congregado a cientos de miles de personas. Por la tarde, la policía prohibió la entrada de nuevos visitantes a la antigua estación de mercancías donde se celebraba. Cientos de personas, enfadadas por quedarse fuera, trataron de colarse saltando vallas o buscando entradas laterales. El túnel de la tragedia se convirtió en un embudo por el que muchos creían poder entrar a la fiesta y otros trataban de alejarse del recinto siguiendo las instrucciones de la policía.
Según varios testigos, el subterráneo estuvo abarrotado durante más de una hora. La falta de aire y el sofoco provocaron decenas de desmayos. Hacia las cinco de la tarde, se desató el pánico. El director del gabinete de crisis de Duisburgo, Wolfgang Rabe, aseguró en la televisión pública ARD que el pánico se originó cerca de una entrada del paso.
Según esta versión, varias personas cayeron al vacío cuando intentaban colarse en la fiesta escalando las vallas. La policía decía que estos jóvenes se cayeron de una escalera de emergencia con la que trataban de colarse. Su caída desde ocho o 10 metros de altura habría provocado el pánico y la estampida de los que se hacinaban en el túnel. La televisión pública WDR recogía también declaraciones de testigos que acusaban a la policía de negligencia.
Las dos españolas fallecidas por la avalancha humana en la ciudad alemana de Duisburgo durante la celebración de la Loveparade son dos estudiantes del programa Erasmus en la Universidad de Münster (Renania del Norte-Westfalia), según ha podido saber EL PAÍS. Se trata de Clara Zapater, estudiante de Psicología; y Marta Acosta, que cursaba estudios de Filología Inglesa. Tenían 22 y 21 años respectivamente y se encontraban en Duisburgo celebrando el fin de curso con una treintena de compañeros erasmus. Tenían previsto regresar a España la semana que viene.
Clara Zapater (Tarragona, 30 de abril de 1988) estudiaba en la Universidad Autónoma de Barcelona y Marta Acosta (Cambrils, Tarragona, 26 de agosto de 1988), en la Universidad Rovira i Virgili.
Entre los extranjeros fallecidos hay también un holandés, un australiano, un italiano y un chino, ha informado el jefe de la policía de Duisburgo, Detlef von Schmilling. Otros cuatro estudiantes españoles resultaron heridos pero ya han sido dados de alta, según han confirmado fuentes diplomáticas a la cadena SER. En total, 18 de los 19 fallecidos han sido identificados.
Fuente: El País (26/07/2010)
Se trata del mercantilismo capitalista, no del capitalismo en si, pues hacen falta los debidos controles de los ayuntamientos o de los gobiernos de las localidades, es verdad son muertes absurdas
ResponderEliminarJorge Vargas